jueves, 31 de enero de 2008

Holagzaneria (tomado de "El libro de los Elogios")

Tiembla, todo tiembla:
tiemblan lo decrépito y lo parco,
lo anárquico, lo apto, la tiniebla
tiembla.
Tiembla la magia, y la avidez tiembla.
El espesor, lo empírico y lo escéptico
tiemblan. Todo tiembla.

Tiembla todo,
tiembla lo imaginario, y el tiempo,
las dudas, el espacio, la cautela

tiemblan.
Tiemblan lo endeble, las sobras, la cuestión.
Tiembla la rebelión, lo necio tiembla.
La cosmovisión, lo hipodérmico, el género.
Todo tiembla

Tiembla todo excepto aquél:
el que salió volando de improvisto
tras el temblor de la golondrina muerta.

Entretanto,
el silencio duerme sobre la insensatez
junto a lo lúgubre,
y el sueño yace en el recinto
Mientras el trabajo es crucificado…
Ahora si, todo es calma.