Una noche más,
sólo una noche más;
un instante de tu fulgor...
Sólo una noche más,
una preciosa sensación de tu vientre.
Un encuentro de tus pies descalzos,
lo que dura un sueño,
lo que esconden tus hombros.
¡Un fuego provoca mi cintura,
el carbón se consume!
Una noche más,
alimentarme de tus senos,
consumir tu aliento,
embriagarme con tu transpiración.
Sólo una noche,
disfrutar de la melodía de tus gemidos,
el choque de nuestros cuerpos,
el roce de tu pelvis.
Sólo una noche más,
no tengo otro deseo.
O tal vez sí,
si es posible
que esa noche
sea eterna.
1 comentario:
Me parecio excelente la poesía y creo que noches como esas abundan al alrededor de cada ser, solo hay que saber mirar. Pero de ahi a que sea eterna....mmmm ...no se...eso si que esta jodido. jeje! abrazo amigo y es Grecia no gecia
Publicar un comentario